viernes, 28 de mayo de 2010

Auto debates

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Incandescente de palabras que mudas implosionan en mis entrañas salgo hoy a exteriorizarlas, en realidad ni por burda apatía, ni por cruda autocensura, si no por una especia de sobrevuelo de una realidad que algunas veces me satisface, y otras tantas me deshace.
Reflexionando de culpas,de cargos, de relaciones, de situaciones, me planteo muchas, tal vez demasiadas veces por día cual es la necesaria necesidad de impedir que circulemos plácidamente por el inalcanzable camino de la felicidad, porque hay una tendencia, un triste pulsión, hacia la imposibilidad de alcanzarlo.
Analizo, con los escuetos conocimientos psicológicos y sistémicos,adquiridos con la formación, pero más con el tiempo, las ciencias sin dudas son experimentales, y yo pongo como foco las sociedades, las gentes, las masas... y es ahí que distingo claramente que infelizmente somos como todos sistemas, organizmos que tienden al desorden, a la entropía triste de la autodestrucción.
Y entonces allí es que me pongo como objeto de estudio de mi propio análisis, ¿qué es aquello que necesitamos para revertir este proceso? ¿es todo colectivo, no hay posibilidades que una de las partes intente revertirla? ¿todo en nuestras vidas toma trascendencia cuando se hace como bloque?
Ya habrá tiempo para responder estos interrogantes, ya existirá, o no, la suficiente capacidad de ser objetivo y analítico como para develar cuál es la respuesta.
Por ahora sigo en la búsqueda, en la tarea firme de intertar revertir la entropía y plantear una realidad, al menos, algo más feliz.