martes, 29 de enero de 2013

Agotada, totalmente sofocada por factores externos,
pero sobre todo por mi...

Llevando conmigo el silencio insoportable

Llevando conmigo los gritos mudos


Saber que todo enferma, y todo cura

Que somos reflejos mismos de lo que
pretendemos o nos animamos a ser

Me es demasiado insoportable
-para el extremo racional de mi cabeza-
creer que podemos signar nuestra salud tan solo con la cabeza

Por eso decreto, ante mi y solo ante mi,
que más allá de enfermarnos (adrede o de inconsciencia)
podemos curarnos, tal es que lógicamente
un sistema con varias fallas simultaneas es de difícil reparación,
en cambio un sistema autoregulable como nuestro cuerpo,
tenderá (como siempre al caos), pero también a la colaboración
y reparará o tal vez colaborará en la curación.

Solo racionalizar pareciera ahora explicar mis deudas y dolores... lo se, no alcanza.
Pero es que si al menos eso puede rescatarme del naufragio ¿Por qué no?

Esto de la entropía me tiene un poco hinchada las pelotas.... nunca un mar calmo...
pero bueno, supuestamente el centro mismo del universo es divertirse haciendo
equilibrio sobre un palito en medio del oceano mientras la vida ocurre.

Fortaleza espiritual, mental y de cuerpo... solo eso. Todo eso

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