sábado, 31 de mayo de 2014

Sólo lo que no se ve quedará...

Algo así dijo ayer el cura mientras despedíamos a mi nono, puff resonaba eso en mi cabeza, cuántas veces nos preocupamos por cosas que ni valen la pena.

No pude sin embargo encontrar en ese momento el consuelo que necesitaba, más tarde sí, porque si bien la racionalización extrema de cada situación me permite atravesarlas a veces no soy inmune a que me golpeen y me dejen tambaleando.

Pensar que por un lado no sufre más, y está acompañado por otros que lo quisieron bien reconforta un poco mi dolor. Pero creo que son estos momentos donde más te planteas que hay después, no lo se, sólo espero que sea todo lo maravilloso que se merece.

Terrenalmente voy a extrañar horrores a ese ser magnífico que supo ser mi abuelo, que me quiso genuinamente y sin pretenciones, que habiendo sido criado en mundo absolutamente machista, adoró con devoción a sus cinco nietas y nos alentó a hacer cada cosa que nos hiciera feliz, a progresar, a alcanzar nuestros sueños.

Mi abuelo era una gran persona, y mi abuela también lo es, la fortalece de esta mujer no deja de conmoverme, espero que siga siendo tan activa y emprendedora como lo és, que sepa adaptarse a esta nueva realidad y que no se sienta jamás sola, porque todos nosotros estamos acá para ella, para darle nuestro amor y para alentarla para que haga todo lo que la hace feliz.

Que duras son las despedidas, creo que nadie puede encontrar una fórmula mágica para que se hagan más llevaderas.

Cuánto se extraña, cuánto que duele... no importa solo lo que no se ve quedará, y eso es absolutamente gigante y perdurará en mi hasta el fin de mi existencia, te quiero mucho nono, mucha luz en tu nueva morada!

0 Dejáme tu comentario:

Publicar un comentario